Llega la Navidad pero las cosas son diferentes.
Lo que siempre pensábamos, nuestra agenda de vuelo, cargada de múltiples fines de colmar a nuestros seres queridos de objetos-felicidad se ha truncado.
Vaya, no alcanzaremos lo que queremos, no podremos comprar esos objetos-felicidad
Que nos harán sentir a todos integrados, calcando paso a paso, gesto a gesto el protocolo de la Navidad.
No tenemos tanto dinero o simplemente no lo tenemos. ¿Tragedia? Ciertamente sí, si pensamos en todas las necesidades que nos ha creado la sociedad de consumo, esa sociedad de consumo que nos cantaba Raimon ( *), si no me equivoco.
Sería un gran error hundirnos. No es que podamos resolver una situación económica impuesta, sino que sería indigno no luchar por nosotros mismos, por sentirnos mejor, o ser de otro modo felices. ¿ Esto se puede conseguir?
Obviamente no sin una mínima calidad de vida pero una vez alcanzada es nuestro momento, Momento de recordar al ser humano de potenciar las armas del ser humano.
Sí, hablo de tu capacidad de pensar. ¿Qué vamos a hacer con ella?
¿Nos servirá para que nos retorne la sonrisa y la esperanza?
¿Qué es entonces nuestra esperanza? ¿Volver a “soñar con objetos felicidad y sumergirnos en un bonita conformidad mediática?
¿No es momento de ser crítico con nosotros mismos? No digo ya con nuestros organizadores sociales, que sabemos hacerlo bien ( eso de criticar) y que en gran medida son responsables de lo que hacen.
Hablo de ti y de mí, del que tienes al lado y de los demás.
Es momento de regalarnos proyectos de felicidad, momento de revisar qué poseemos que nos pueda llevar a ella y no hablo de objetos ni dinero.
Proyectos de vida en donde no haya lugar para la conformidad o la apatía.
Movimientos de ideas que renueven tu derecho a ser feliz.
Es obligado enfrentarse a la adversidad , a la económica sin duda, pero también a buscar todas aquellas armas de tu pensamiento que hagan de tu vida , de tus segundos, todo más agradable.
Eso no es dinero es capacidad de vivir .
Ir directamente al arsenal de tu inteligencia emocional, tu “estar vivo” emocional.
Nuestro estar alertas ante el decaimiento o la mentira, nuestro poder hacer que las pequeñas y las grandes cosas sean un poco mejor, por nuestras acciones contidianas, por nuestra relación optimista con los demás.
Lo demás, en su momento y a quién corresponda.
Hoy , es tiempo de reflexionar, de desempolvar las neuronas de activar también nuestra capacidad de hacernos felices con nuestras ideas, esas sí, las positivas.
Por lo tanto que sea tu regalo, recuerda los valores de justicia, honestidad, amistad, compañerismo, simpatía, autorreflexión, y ese sin fin tan olvidado de sentimientos y emociones que dignifican al ser humano y que en cualquier caso, son un valor seguro en nuestra existencia.
¡FELIZ NAVIDAD ¡
Y el villancico:
http://www.youtube.com/watch?v=-aFHP499fOg
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